Ansiedad y depresión
“Hay que ser conscientes de que lo que nos provoca malestar o ansiedad no son los eventos, sino cómo vinculamos las emociones a éstos”
Jonathan García-Allen

Línea de acción
Sinopsis
La ansiedad y la depresión están presentes en nuestra vida y en la de nuestros niños y adolescentes. Una detección precoz así como un tratamiento adecuado disminuyen su impacto en nuestro bienestar y bienSer. Los síntomas en las etapas de infancia y adolescencia suelen ser diferentes a los manifestados en adultos.
Los miedos y las preocupaciones son normales en la infancia, entran dentro de nuestro proceso evolutivo. Son emociones que ayudan a prepararnos en el camino a la adultez, a la autonomía, la toma propia de decisiones, las relaciones con los demás… Son por tanto adaptativas. Cuando se mantienen más tiempo de lo esperado, o aparecen sin ningún que parezca justificarlo, pueden generar un malestar que se mantenga en el tiempo más de lo esperado.
Desde el campo de la psicología este tipo de trastornos se trabajan de manera multimodal, con enfoques terapéuticos múltiples también, desde psicoeducación hasta exposición si es necesario. Por tanto, desde un contexto humanista de cuidado de la relación entre terapeuta y paciente y su entorno, podemos usar terapia cognitiva, contextual, mindfulness y autocompasión…
En la actualidad hay protocolos científicamente estudiados que aportan puntos de trabajo muy interesantes.
Yo estoy formada desde el protocolo Unificado para el tratamiento transdiagnóstico de los trastornos emocionales, que es una herramienta validada para la intervención en casos de ansiedad y depresión.
Síntomas
Los síntomas cambian según los grupos de edad. Podríamos señalar algunos de ellos, sin que esto sea inferencia de que el tenerlos sea ya causa de trastorno.
Para ello siempre se debe de recurrir a un especialista que será el que determinará la importancia y el entendimiento de estos mecanismos de protección que han surgido.
Por valorar algunos, nos podemos encontrar con fobias específicas, ansiedad por separación, ansiedad generalizada, ansiedad social, ataques de pánico…
Pueden aparecer síntomas somáticos, dolores de cabeza, de estómago y dermatitis…
Se encuentran a veces alteraciones a veces en el sueño y apetito, desmotivación en el aprendizaje, conductas disruptivas, aislamiento social…